03 abril 2012

Lollapalooza aumentó de estatura con Björk



Con imaginación, tecnología y riesgo,

 la artista islandesa dio por 

lejos el mejor show de toda la primera

 jornada del festival.


SANTIAGO.- Hasta las 21.00 había sido un festival internacional de rock promedio. Pero el aterrizaje de Björk esta noche en Lollapalooza disparó ese festival en una dirección nueva y lo transformó en algo distinto, a mucha distancia de las convenciones de la música rock y pop que se dan en este tipo de espectáculos masivos.

La cantante islandesa cerró la primera jornada de esta segunda versión santiaguina de Lollapalooza con una suma de recursos tecnológicos, imaginación y vocación por el riesgo, combinados en el mejor show del día. No hubo concesiones, sino más bien una buena parte de canciones de su reciente disco Biophilia (2011), de modo que su concierto fue una invitación a conocer en vivo la propuesta actualizada de una de las artistas más creativas de su tiempo.

Ya su conformación en el escenario es un desafío, acompañada por dos músicos –uno a cargo de las bases y otro en la percusión– y por el coro de diecisiete mujeres a sus espaldas. Con esas herramientas, más el apoyo permanente de las proyecciones visuales en cinco pantallas simultáneas, Björk recreó en directo canciones de diversa data como "Hunter", "Hidden place" y "Crystalline", de sus discos Homogenic (1997), Vespertine (2001) y el mencionado Biophilia (2011). Y si hubo que remitirse más atrás, transformó por completo a "One day", una de las melodías de su recordado disco Debut (1993).

Recién hacia el tramo final del concierto el repertorio se volvió más bailable, con "Náttúra" y "Declare independence" guardadas para un cierre de alta intensidad. "Mi español es impecable", ironizó ella con un fuerte acento, pero el idioma no fue obstáculo para su comunicación con el público, y la mejor despedida fue el bonus track que salió a dar con "Army of me", el colosal impacto radial de su disco Post (1995). Sólo eso faltaba para completar la mejor oferta de toda la primera jornada: con imaginación, tecnología y riesgo, pero también con grandes éxitos, Björk subió la estatura de Lollapalooza con su concierto.

EMOL

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